17 abr 2009

La cuestión es cómo vivir tu vida (2)

Ahora voy a comentar un par más de los capítulos de esta sección del libro de Randy Pausch, La última lección. El primero se llama "Izar la bandera blanca". En esta capítulo cuenta Randy como su madre siempre le dijo "Randolph", el siempre detestó el nombre, llegando incluso a devolver las cartas a su mamá cuando estas llegaban para "Randolph Pausch". Su madre finalmente empezó a escribir "R. Pausch", pero en persona igual lo siguió llamando Randolph. Ahora, dice Randy, se ha dado por vencido. De alguna manera, con el paso del tiempo, la rendición se convierte en lo mejor por hacer.

Es que hay personas a las que les encanta discutir y quejarse hasta que todo a su alrededor es perfecto. Probablemente en muchos momentos yo he sido asi. Pero ha sido tan tedioso, me he llegado a dar cuenta que mi esfuerzo por soportar algunos detallitos es mucho menor al esfuerzo que tendría que hacer para cambiarlo todo. Por eso ahora, como le decía unos días atras a alguien, discuto mucho menos, si no hay punto de conciliación no vale la pena lucharla eternamente.

El siguiente capítulo que comentaré se titula "No te quejes, sólo trabaja más duro". Demasiadas personas van por la vida quejandose de sus problemas, si emplearamos una parte de esa energía en resolver problemas nos sorprenderíamos de las cosas que podemos hacer. En el capítulo Randy narra la historia de un "no-quejoso" que conoció, sun nombre era "Sandy Blatt". Años atrás Sandy se había caído y el accidente lo dejó tetraplégico. El había sido un excepcional atleta y estaba a punto de casarse, después del accidente su mujer lo dejó. Sin embargo el no se quejó de su suerte, trabajó duro, y se convirtió en consejero matrimonial, se casó y adoptó hijos.

La otra historia que cuenta Randy en este capítulo es la de Jackie Robinson, el primer jugador negro de beisbol profesional. El tuvo que soportar una inmensa carga de racismo, pero juró no quejarse, sabiendo que tenía que trabajar mucho más duro y ser mejor que todos los blancos, y eso fue lo que hizo. La moraleja, segun Randy, es "quejarse no funciona como estrategia". Todos tenemos tiempo y energía finitos en el mundo, es poco probable que el tiempo y energía invertidos en quejarnos nos ayude a alcanzar nuestras metas en la vida. Y ciertamente no nos hará felices.

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