10 ene 2008

El principcio del cambio

Creo que es inevitable que a lo largo del tiempo, conforme vas madurando y adquiriendo responsabilidades de adulto, uno se va separando de sus padres. Se que hay mucha gente que lleva aun una excelente relacion con su familia en general, pero en mi caso mi separacion ha sido tal que hay sobrinos que no he podido conocer, eventos a los que no he podido asistir y en general vivencias que me ha tocado vivir por separado del calor de hogar.

Y en mi caso, como decia, fue inevitable, yo mismo decidi dedicarme asi a mis proyectos, a la empresa y a los estudios y dejar un tiempo infimo para mi relacion, mis amigos y mi familia. Es lamentable creo que la sociedad actualmente te exija tanto que esas cosas pasen, pero asi es y lo acepto. Por eso, cuando tuve la oportunidad de tomar vacaciones me alegre mucho, finalmente un tiempo para compartir en familia, un viaje para alejarse todos de todo y volver a ser la familia que hacia un viaje cada cierto tiempo, que conocia juntos otros lugares y que simplemente disfrutaba del tiempo juntos. Realmente la idea me entusiasmado.

El viaje estaba casi sin planificar, lo unico cierto era que teniamos rumbo a Cuenca y que ibamos a salir el 23 por la mañana. Llego el dia, practicamente mis cosas sin alistar, dejando tal vez alguna que otra cosa a medias en el trabajo, pero con muchas ganas y emocionado por la nueva experiencia. Salimos en el carro en la mañana sin tomar desayuno, esperando parar despues de Pasamayo para comer un chicharron y tomar un jugo. Y asi fue, pasamos el pasamayo y unos kilometros mas alla hicimos nuestra primera corta escala. Ahi cai en la cuenta que era la primera vez en todo el año que tomaba un desayuno con mis padres, uno de los primeros sentimientos nostalgicos de todo el viaje. Lo mismo fue en el almuerzo, llegamos a un restaurante si no me equivoco antes de Chimbote, un almuerzo ligero y otra vez esa sensacion de no haber almorzado con mi familia hace tiempo, meses que los fines de semana habian sido tomados por mi estancia en la oficina.

Nos aproximabamos a Pacasmayo y mi ansiedad aumentaba, iba a verme con Talia, despues de tanto tiempo, por fin iba a poder verla, era cierto, no estaba con ella, pero no habia dejado de sentir nada de lo que sentia. Estaba emocionado, y tal vez tratando de imaginar que podia decir para expresarme. Habia recibido la noticia un par de dias antes que era probable que ella viajara a España para terminar sus estudios, estaba tal vez algo inquieto por eso, pero realmente pensaba... tal vez es hora que yo tambien haga un viaje, termine el plan de una especializacion o maestria en el extranjero, tal vez sea una señal o un impulso...

Mucho pensaba y no podia dejar de hacerlo, la ansiedad, la bendita ansiedad. Hasta que llegamos, empezamos a bajar las cosas y no podia sino pensar en que momento podria verla. Ibamos a visitar a la abuela primero. Cada vez que visito a mi abuela me es inevitable pensar en mi abuelo y en mi abuela Elena, dos personas que pude disfrutar tan poco pero que me dejaron tanto, como quisiera que estuvieran aqui, tal vez me hubiesen podido guiar mejor, podrian haberme enseñado mas. En fin, una visita corta, y eso fue todo, fui a buscarla.

El reencuentro fue frio al principio, ella se notaba acostumbrada a que ya no estuviesemos juntos, de verdad ya no sentia? Ya se habia olvidado? No lo podia creer, me frustre... Y con la frustracion vino la frialdad, pero como? Si acababan de pasar 10 horas de ansiedad por querer demostrar todo lo que sentia! Ya empezaba a manifestarme el problema, por primera vez en el viaje no supe controlar mis emociones y terminaba comportandome de una manera diametralmente opuesta a la que se suponia debia.

Finalmente, despues de alguna que otra palabra mal expresada pude empezar a comunicar mis sentimientos, no queria perderla, no quiero perderla, y esta aqui, despues de 4 meses esta ahi frente a ti, la puedes abrazar y apoyarte en ella, puedes darle fuerzas y tomar fuerzas de lo que comparten... Asi que lo hice, o lo hicimos, no se, pero un abrazo bastó, abrio la puerta a que denuevo salieran sentimientos que habia reprimido, ocultado, o relegado a un segundo plano. Sin embargo tenia que pensarlo mas, ella y yo, y la separacion, el aislamiento en Ecuador iba a servir, tenia que servir, simplemente tenia que ser asi.

Asi que fue, el encuentro termino, tan pronto como habia empezado, parecieron solo unos minutos, pero yo queria mas, necesitaba mas de ella, y esperaba mas. Pero el viaje debia continuar, y habia que descansar. Al dia siguiente temprano nos despediriamos, pensando los dos que no nos veriamos hasta despues de un tiempo mayor. Poco a poco el viaje avanzaba y tenia que seguir avanzando todavia mas...

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