19 oct 2009

Cuando las individualidades no importan

En este último número de Harvard Business Review de Octubre del 2009 el primer artículo interesante que encuentro es uno escrito por Michael J. Mauboussin, titulado "When Individuals Don´t Matter" y que aquí reseño.

El artículo empieza con una frase de Deborah Gordon, una biologa de Stanford, "si uno observa una hormiga intentando realizar algo, uno se sorprendería por lo inepta que es". Esta es una idea que no tiene nada de revolucionaria, casi todos sabemos que una colonia de hormigas, al igual que una empresa o corporación es más capaz que cualquiera de sus individuos. Bajo el enfoque sistémico podemos decir que un sistema es más que la suma de sus partes, frase que recuerdo que en la universidad nos solían repetir hasta el cansancio.

Los ejecutivos de hoy suelen cometer algunos errores comunes que se originan en una erronea comprensión sobre cómo es que funcionan los sistemas (no sólo los informáticos). Uno no puede entender cómo funciona un sistema complejo con sólo observar a unos cuantos individuos o elementos.

El primer error es extender el comportamiento de los individuos para explicar el comportamiento colectivo. Mauboussin cuenta que se solía escuchar que las ganancias por acción eran la clave para determinar el precio de las acciones a futuro. Luego él mismo vio estudios hechos por economistas financieros que concluían que el flujo de caja era más importante para determinar el precio de las acciones. Los primeros se centraban en los componentes, los otros en el resultado agregado, finalmente se demostró que el segundo enfoque era el correcto, sobretodo porque el mercado es capaz de generar muy buenos precios, aun cuando cada participante cuente con poca información. Es riesgoso que un ejecutivo se guie por el comportamiento de individuos que tienden a favorecer las ganancias a corto plazo, lo cual puede terminar por hacerle daño al valor aportado por los accionistas en la empresa. Una encuesta hecha por la Universidad de Duke mostró que el 80% de los CFO (Chief Financial Officers) reducirían el gasto que generará valor en el futuro con tal de cumplir una meta de ganancias en el corto plazo.

El segundo error es que por lo general no se reconoce que los cambios en un componente de un sistema complejo pueden tener consecuencias para el sistema como un todo. Por ejemplo, la decisión del gobierno de EE.UU. de dejar que Lehman Brothers colapsse en Setiembre del 2008. Muchos pensaron que el mercado entendería la situación en que Lehman se encontraba, entonces el mercado mismo absorbería las consecuencias, sin embargo las pérdidas resultaron ser mucho mayores a lo inicialmente pensado y esto terminó afectando partes del mercado que se pensaban estaban seguras, como los créditos personales, el mercado monetario y economías en todo el mundo.

Por último un error en el que generalmente se incurre es que muchas empresas, equipos, y negocios de entretenimiento contratan a una estrella cuando quieren mejorar los resultados de la organización rápidamente. Sin embargo, muchas veces, las estrellas no cumplen con las expectativas, sobretodo porque se les separa de las personas, estructuras y normas que lo ayudaron a ser una estrella en primer lugar! Un estudio de la escuela de negocios de harvard determinó que cuando una empresa contrata a una estrella su performance cae, además genera una caída en el funcionamiento del grupo con el que trabaja y finalmente el valor de la empresa cae.

Todos estos errores tienen la misma raiz, se asumen muchas cosas erroneamente sobre la relevancia de los agentes individuales dentro de un sistema complejo. Cuando se esta pensando en alcanzar metas, hay que pensar muy bien en los cambios a nivel de individualidades, es muy probable que esos cambios tengan un resultado final adverso si nos dejamos guiar por creencias generales generadas a partir de la experiencia con individuos.

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Basado en el artículo de Michael J. Mauboussin - When Individuals don´t matter - Harvard Business Review Octubre 2009.

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