La confianza

La confianza es uno de los pilares en los que descansa casi toda relacion humana. Y no me refiero solo a relaciones entre seres humanos. La confianza que uno siente de que determinado sistema funcionará correctamente es un ejemplo, la confianza en que tu mascota no te atacará es otro.

Pero quiero enfocarme en las relaciones humanas; relaciones familiares, de amistad, de trabajo, sentimentales, politicas, de admiración, etc. Todas ellas se ven duramente golpeadas cuando esa confianza se ve afectada. A mi me ha tocado vivir a veces esa rotura, por errores mios y por errores de terceros. Me ha pasado en casi todo plano en alguna ocasión y he luchado por recuperarla muchas veces, pero es muy dificil, sobretodo porque en una relación humana existen 2 o más personas involucradas, y que todos estén en sintonía y hagan exactamente lo que los demás esperan para ganar esa confianza nuevamente es ciertamente extraño. Pero la he seguido luchando, una y otra vez. Terquedad?

Para algunas personas es ciertamente más dificil recuperarla, y es que hay veces que en realidad la he empezado a considerar irrecuperable. Sobretodo en los casos en los que la pérdida de confianza termina dándose en medio de una situación que causa daños irreparables, sea emocionalmente, financieramente, o en cuestiones de salud por ejemplo. Me resultaría imposible volver a confiar en un banco que perdió mis ahorros, en un conductor que me dejó en silla de ruedas, o en una persona que me hizo sufrir de más una y otra vez.

Ciertamente una vez perdida la confianza veo que también se dan muchas malas interpretaciones, y es que el miedo (la desconfianza) hace que muchas veces tomemos las cosas mal, sin pensar. A veces también el mismo medio fomenta la pérdida continua de confianza, los amigos, o la sociedad en general, con comentarios, acciones, consejos, que lo dejan a uno con mayores razones para no volver a confiar en alguien.

Ahora creo que existen limites, uno no puede pretender que la recuperará como sea, aunque le cueste toda la vida. Ya no me parece que este bien, y ciertamente llega a ser un propósito destructivo el intentar a toda costa que una persona vuelva a confiar en uno o esperar poder confiar en el otro.

Por eso creo que hay que reconocer que llega el momento en que uno ya no debe de esforzarse más, creer en que hizo lo posible, aprender de los errores que cometió, darse la vuelta y echarse a andar. Para no amargarse mas la vida y no seguir esperando imposibles, simplemente dejar las cosas así y esperar que la próxima vez uno no vuelva por el mismo camino que lo llevo a destruir esa preciada confianza.

:)